Por otro lado, también es común que, con la intención de brindar tranquilidad, se reste importancia a estos comportamientos, argumentando “ya lo logrará”, o “ya se le pasará”. Sin embargo, si bien es cierto que las diferencias en el ritmo de maduración son la norma, es importante estar atentos, pues en cualquier tipo de alteración en el desarrollo, entre más pronto se brinde atención, se podrán conseguir mejores resultados.

Partamos de un hecho fundamental, el desarrollo infantil es un fenómeno complejo, compuesto de muchos elementos que interactúan de muchas formas. Por esta razón, los comportamientos que observamos no siempre son fáciles de enmarcar en un diagnóstico, pues en el desarrollo infantil el retraso o alteración de un aspecto madurativo, tiene un impacto generalizado en todas las áreas con las que interactúa, y las manifestaciones, rasgos o síntomas que observemos, pueden no ser el problema de fondo a atender.

Dicho esto, el hecho de que el desarrollo de un niño se retrase en algún aspecto en específico, no significa por sí mismo, que deba atribuírsele un diagnóstico en concreto.

“ Pongamos un ejemplo: un pequeño puede mostrar dificultades al socializar, al procesar información sensorial y no lograr desarrollar habilidades para la comunicación, podríamos pensar un diagnóstico de autismo, sin embargo, no podemos perder de vista que los niños con TEA no son los únicos con estas dificultades. Las diferencias en el comportamiento, pensamiento, ritmo y forma de aprendizaje pueden corresponder a causas distintas.

También es importante considerar, que a menudo, en una misma persona coexisten otras condiciones, como retrasos en el Desarrollo de Capacidades Emocionales Funcionales, dificultades en el Desarrollo del Sistema Atencional, Dificultades de Procesamiento Sensorial, TDAH y dificultades de aprendizaje.

Por esto, es esencial contar con un acercamiento clínico que considere esta complejidad del desarrollo infantil, que considere no solo los rasgos observados actualmente en los pequeños, sino que se contemple la historia de salud, nutrición, convivencia y exposición sociocultural que cada persona haya tenido y que se profundice en la identificación de los elementos estructurales y funcionales relacionados con los rasgos observados, para delimitar un plan de intervención apropiado para cada pequeño.

En @centrotakumi contamos con especialistas certificados por The International Council for Development and Learning (ICDL, DIR-FLOORTIME, Greenspan), por The International Institute for the Enhancement of Learning Potential (ICELP, PEI, Feuerstein) y por THE COLLABORATIVE FOR LEADERSHIP IN AYRES SENSORY INTEGRATION (CLASI, Integración Sensorial, Ayres) quienes podrán ayudarle a la adecuada identificación del área prioritaria de atención para resolver estas dificultades.