¿Por qué mi hijo invierte las letras?
Hablar, escuchar, leer y escribir, componen acciones asociadas al uso del lenguaje y por tanto implican el área de razonamiento verbal. Sin embargo, cada uno depende de habilidades, procesos cognitivos y áreas neurológicas distintas.
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Como punto de partida es importante distinguir cuándo se da el fenómeno de inversión de letras. De esta distinción dependerá la ruta de estimulación más adecuada para cada pequeño.
Si la inversión se hace al escribir o al leer, se debe considerar el nivel de maduración de los pequeños, pues de manera natural nuestro cerebro está construido para atribuir un significado constante a los elementos con rasgos físicos similares. Por ejemplo, si vemos a un perro volteando a la izquierda o a un perro volteando a la derecha, en nuestra mente ambas imágenes evocarán el concepto de perro.
Por el contrario, al aprender el lenguaje escrito tenemos que construir un sistema neurológico distinto que atribuye un significado diferente a los mismos elementos visuales de acuerdo a su orientación espacial. Por ejemplo:
“ Al juntar una línea “l” y una curva “c” podemos obtener 4 letras diferentes de acuerdo a la ubicación estación de dichos elementos: “p”, “q”, “b” y “d”.
La construcción de este sistema necesita que se dedique un tiempo considerable para ejercitar la distinción de elementos de acuerdo a su orientación y depende de la maduración de las áreas corticales implicadas. Dicho sea de paso, es normal en una etapa temprana de adquisición de la escritura el invertir letras y este error disminuirá conforme se madure este sistema. Si el problema perdura será importante evaluar el origen de las dificultades.
Si la inversión se hace al hablar o al comprender mensajes que se le dan de forma oral, es necesario evaluar áreas como el desarrollo de conciencia fonológica. Este sistema es útil para reconocer un fonema como un átomo constitutivo del discurso, pues para comprender y expresar un mensaje de forma correcta es necesario que cada elemento del lenguaje tenga una etiqueta, la distinga y pueda agruparla.
Estas y muchas otras áreas deben ser consideradas antes de hacer afirmaciones rápidas como: “este niño no va a aprender”, “tiene déficit de atención”, “por eso se confunde, este niño tiene dislexia”.
En @centrotakumi contamos con especialistas en las áreas de Cognición, Neuropsicología, Integración Sensorial y Aprendizaje quienes podrán ayudarle a la adecuada identificación del área prioritaria de atención para resolver estas dificultades.