Debemos entender que la imagen que los niños tienen de sí mismos es dinámica, está en constante construcción. Es dependiente de la retroalimentación que reciba al lograr adecuar su comportamiento tanto a las expectativas y exigencias del contexto, como a los modelos que para él o ella resulten atractivos.

También debemos entender que la forma de pensar de los pequeños es diferente a la nuestra. Los niños son más dependientes de los eventos inmediatos y han desarrollado menos la capacidad de matizar o graduar sus juicios. Por lo tanto, de acuerdo a las últimas experiencias que vivan tenderán a hacer afirmaciones absolutas, usando generalizaciones como “yo siempre…” o “yo nunca…”. Esto es, hasta cierto punto normal, sobre todo cuando estas experiencias les provocan emociones difíciles de procesar como frustración, enojo, o tristeza.

Considerando estos dos elementos debemos estar atentos y ser objetivos al diferenciar si nuestra pequeña o pequeño está diciendo esto de sí mismo porque está pasando por un momento difícil, o si estas experiencias de “no logro” son recurrentes en los diferentes contextos en donde se desenvuelve y por eso piensa y dice estas cosas. La forma de actuar será muy distinta en cada caso.

Debemos tener siempre presente que cada pequeño desarrolla sus habilidades a un ritmo diferente y que existen muchas razones por las que los niños pueden mostrar distintos niveles y ámbitos de competencia, desde motivos naturales como la edad, (en los pequeños algunos meses de diferencia pueden marcar una gran distancia entre demandas madurativas), hasta otros motivos más complejos y que requieren una intervención específica como dificultades en su perfil de reactividad y procesamiento sensorial, o en el desarrollo de las capacidades emocionales funcionales, entre otros.

Estas diferencias en el ritmo de desarrollo incluyen habilidades como el control de los impulsos, captar las normas sociales, regular su cuerpo y prestar atención. Algunos niños simplemente necesitan más tiempo para desarrollarse y de experiencias que se adecúen a su nivel actual de desarrollo para ayudarles a construir un adecuado sentimiento de competencia.

Es común que las familias se preocupen si un bebé o un infante tarda en hablar o en moverse. Sin embargo, el hecho de que el desarrollo de un niño se retrase, no significa que tenga autismo.

Sin embargo, no podemos perder de vista que las conductas de los pequeños son un reflejo del nivel de madurez que su cuerpo y su cerebro han alcanzado, así como de las interpretaciones que han construido de los eventos y del contexto en que han vivido, por lo que cuando las experiencias de inadecuación o "no logro” son recurrentes, puede ser un indicador de que la pequeña o el pequeño tiene dificultades en alguna área de su desarrollo y necesitan apoyo.

Por lo tanto, debemos estar atentos a las recurrencias en su comportamiento, a aquellos rasgos que sean constantes y distintos a las expectativas propias del desarrollo de los pequeños de su edad. Algunos ejemplos comunes que usted podría estar notando en su hijo son:

• Inicia muy motivado las actividades pero las abandona rápidamente.
• Reacciona exageradamente a cosas que parecen insignificantes y tarda mucho tiempo en calmarse.
• Se aferra a usted y no quiere separarse o muestra muchos miedos o inseguridades.
• Tiene que repetirle la misma regla o indicación una y otra vez
• Tiene que repetirle la misma regla o indicación una y otra vez
• Es demasiado sensible a cosas como ruidos fuertes o la sensación de la ropa en la piel.
• Usa un “lenguaje de bebé” o habla de maneras que son difíciles de entender.
• Molesta a otros niños porque habla mucho o muy fuerte, o se acerca demasiado a ellos o interrumpe constantemente.
• Tiene dificultad con cosas como ponerse la ropa o sostener un lápiz.

Por esto es muy recomendable que conozcas qué se espera de acuerdo a la edad de tu hija e hijo y te mantengas atento a los rasgos que sean constantes en el desempeño del pequeño. También es de gran utilidad la retroalimentación que se pueda recibir de sus maestros u otros adultos con quienes conviva recurrentemente, pues te ayudarán a conocer si tu hijo se comporta de la misma manera en las clases y con otros niños de su edad.

En @centrotakumi contamos con especialistas certificados por The International Council for Development and Learning (ICDL, DIR-FLOORTIME, Greenspan), por The International Institute for the Enhancement of Learning Potential (ICELP, PEI, Feuerstein) y por THE COLLABORATIVE FOR LEADERSHIP IN AYRES SENSORY INTEGRATION (CLASI, Integración Sensorial, Ayres) quienes podrán ayudarle a dar respuesta a estas y otras dudas que puedan surgir en torno al desarrollo de sus pequeños.